Add parallel Print Page Options

(4) Los malvados se pervierten desde el vientre;
los mentirosos se descarrían desde antes de nacer.
(5) Son venenosos como víboras;
son como una serpiente venenosa
que se hace la sorda, que se tapa los oídos
(6) para no oír la música del mago,
del experto en encantamientos.

Read full chapter